¿Habéis oído hablar de los cruffins?
El Cruffin es un híbrido de croissant y muffin, es decir, una masa que se destinaría para hacer un croissant, pero que se enrolla sobre sí misma y se coloca en una bandeja de muffins para hornearse. De ese modo logran su aspecto tan característico y llamativo.
Combina lo mejor de ambos. Por un lado la forma, presencia y esponjosidad interior de un muffin y por otro, el exterior de un croissant, con múltiples capas hojaldradas y crujientes de mantequilla. Un dulce que causa furor, en una de las ciudades perfectas para el viajero hambriento, San Francisco.
Esta vez decidí darles un acabado sencillo, impregnándolos con un jarabe de vainilla y algunos, los espolvoreé con azúcar glas. Pero para los próximos os traeré más ideas de rellenos y coberturas.
No podréis resistiros a esta textura supercrujiente por fuera y mullidita y esponjosa por dentro. Y por supuesto con un delicioso sabor a mantequilla. ¿Os atrevéis a hacerlos?
Vamos con la receta...
Ingredientes:
- 150 gr de harina de pan
- 150 gr de harina para todo uso
- 40 gr de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 6 gr de levadura seca instantánea o 15 de levadura fresca
- 50 gr de azúcar
- 10 gr de leche entera
- 1 cucharadita de cardamomo en polvo
- 4 gr de sal
- 130 gr de agua tibia
- 165 gr de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente.
Para el almíbar de vainilla:
- 100 gr de agua.
- 100 gr de azúcar.
- 1/2 cucharadita de vainilla en pasta.
Preparación:
- En el bol de la amasadora, introducimos todos los ingredientes, menos los 40 gr de mantequilla. Colocamos el gancho y amasamos durante 3 minutos a velocidad baja hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Seguimos amasando durante 2 minutos a una velocidad más alta. Añadimos la mantequilla y amasamos hasta que esté totalmente integrada.
- Subimos la velocidad, hasta alcanzar una velocidad media, y amasamos durante 12 minutos.La masa tiene que quedar suave y muy elástica, sin ser pegajosa.
- Formamos una bola y colocamos la masa en un bol. Tapamos el bol con papel film para que no entre aire, y dejamos reposar la masa durante una hora a temperatura ambiente.
- Colocamos la masa sobre una superficie enharinada, dividimos en cuatro partes iguales y estiramos ligeramente la primera porción para que tenga más o menos el mismo ancho que la máquina de hacer pasta.
Colocamos la máquina en posición de apertura máxima y pasamos la masa varias veces por el rodillo. Durante todo el proceso de estirado la masa tiene que estar ligeramente enharinada para que no se pegue al rodillo.
- Vamos estirando la masa poco a poco hasta llegar al grosor mínimo y obtener una masa finísima, casi transparente. Es importante tratar la masa con mucha delicadeza en todo momento para evitar que se rompa.
- Obtendremos una tira de masa muy larga. Cortamos esta tira en dos mitades del mismo largo.
Cogemos un poco de mantequilla en los dedos y extendemos de manera uniforme sobre las dos tiras de masa. Enrollamos una de las tiras sobre si misma, formando un rulo. Colocamos este rulo en uno de los extremos de la otra tira y enrollamos de la misma forma para obtener un único rulo más grueso.Con la ayuda de un cuchillo muy afilado cortamos el rulo en dos, a lo largo.Enrollamos cada porción en forma de caracol y las colocamos en los moldes. En mi caso utilicé unos aros de emplatar. Mis moldes de muffins son demasiado pequeños.Repetimos la misma operación con las 3 bolas de masa sobrantes. Obtendremos 8 cruffins.
- Tapamos los moldes y dejamos fermentar a temperatura ambiente de 2 a 3 horas, hasta que los cruffins doblen de volumen.
- Precalentamos el horno a 200 ºC con aire.
- Horneamos durante 10 minutos a 200 ºC y 10 minutos más a 190 ºC.
- Mientras se hornean, vertemos en un cazo el agua y el azúcar. Calentamos a fuego medio alto, removiéndolo constantemente hasta que rompa a hervir. Una vez hierva lo dejamos unos 10 minutos más o hasta que observemos que tenemos un jarabe un poco denso. A continuación retiramos el cazo del fuego, le añadimos la vainilla en pasta y removemos hasta que se integre perfectamente. Reservamos unos 10 minutos con la tapa del cazo puesta.
- Retiramos los cruffins del horno, los impregnamos generosamente con el almíbar y los pasamos a una reilla para que se enfrien.