Este dulce está asociado a dos versiones; la cristiana y la que os traigo hoy, la judía.
La versión judía, se trata de una masa ligeramente dulce rellena de chocolate o bien de una mezcla de canela y mantequilla, que se trenza en el formado. Generalmente se recubre con streusel, una mezcla de harina, azúcar y mantequilla que tras el horneado le da un toque crujiente.
El sabor de esta babka es simplemente perverso. El exterior se ve intenso, pegajoso, pero una vez que se enfría se transforma en una capa fina y crujiente de puro placer
Os animo a probar esta verdadera delicia que, estoy segura, repetiréis en más de una ocasión.
Ingredientes:
- 310 gr harina de trigo multiusos
- 107 gr leche entera (fría de la nevera)
- 2 huevos L
- 100 gr mantequilla sin sal a temperatura ambiente)
- 29 gr azúcar
- 8 gr sal
- 139 gr masa madre
Relleno:
- 200 gr de azúcar moreno
- 42 gr de mantequilla derretida
- 15 gr de harina para todo uso
- 8 gr de canela molida
- 1/4 cucharadita de sal
Almíbar:
- 55 gr de azúcar
- 60 gr de agua
Preparación:
- En el bol, de la amasadora con el accesorio de gancho para masa, añadimos la masa madre , la harina , la leche entera, la sal y la mitad del azúcar. Mezclamos hasta que todo esté incorporado. Dejamos que la masa descanse, sin cubrir, durante 10 minutos.
- Después del descanso de 10 minutos, agregamos los huevos y mezclamos a baja velocidad hasta que se incorporen. Aumentamos un poco la velocidad de amasado y vertemos lentamente el azúcar restante. Mezcle por otros 2 minutos hasta que la masa vuelva a unirse.
Sin dejar de amasar, vamos añadiendo la mantequilla, poco a poco. Añadimos un trocito y cuando la masa lo haya absorvido añadimos otro, asi hasta integrarla por completo. Puede llevarnos alrededor de 7 minutos mezclar toda la mantequilla con la masa. Después de agregar toda la mantequilla, continúamos amasando durante unos minutos más hasta que la masa se suavice y una vez más comience a aferrarse al gancho de masa. La masa debería estar casi completamente desarrollada en este punto.
- Colocamos la masa en un recipiente para hacer la primera fermentación. Cubrimos y dejamos levar a temperatura ambiente durante 2 horas. Pasado este tiempo, guardamos la masa en la nevera hasta el día siguiente.
- Antes de sacar la masa de la nevera, preparamos el relleno de azúcar moreno y canela. En un tazón, mezclamos todos los ingredientes, tapamos con film y reservamos.
- Sacamos la masa de la nevera y estiramos sobre una superficie enharinada. Con un rodillo estiramos la masa en un rectángulo de aproximadamente 25x30 cm.
- Con una espátula extendemos el relleno sobre la masa dejando aproximadamente 1/2 centímetro en los bordes. Enrollamos la masa en un cilindro apretado. Es importante que el rollo quede bien apretado.
- Con un cuchillo afilado, cortamos el rollo a lo largo para abrirlo por la mitad dejando a la vista las capas de masa y relleno.
- Trenzamos la masa uniendo bien los extremos. Colocamos la trenza en un molde para plum cake previamente engrasado o forrado con papel de horno. Cubrimos el molde y dejamos levar la trenza durante al menos 2 horas, aumentará lentamente y no llegará a doblar su volumen.
- Precalentamos sel horno a 176 °, calor arriba y abajo.
- Cuando nuestra masa esté a punto metemos el molde en el horno y horneamos durante 35-40 minutos. Vigilando en los últimos 10 minutos del horneado, si se dora demasiado, podemos bajar un poco la temperatura.
- Mientras se hornea, preparamos el almíbar. calentamos el agua con el azúcar hasta que la mezcla burbujee y el azúcar se haya disuelto por completo. Dejamos que se enfríe.
- Sacamos del horno y colocamos sobre una rejilla. Con un pincel de repostería, aplicamos una capa almíbar. Dejamos que el babka se enfríe durante 10 minutos en la molde y sacamos. No lo dejes enfriar mucho más tiempo o será difícil sacarlo del molde.
- Dejamos reposar sobre una rejilla hasta que se enfríe al tacto. O mejor durante 1 hora para que la corteza se vuelva crujiente.